Se puede decir que el espárrago, es sobre todas las hortalizas y junto con el apio, la más diurética. Se trata de una hortaliza muy rica en potasio y pobre en sodio, lo que le confiere una acción diurética que favorece la eliminación del exceso de líquidos del organismo.
Es por ello que comer espárragos, y más los espárragos frescos de la temporada que comienza, es una forma saludable de tratar dietéticamente la hipertensión, la retención de líquidos y los cálculos renales

• El espárrago es una hortaliza nutritiva por su contenido vitamínico, sana y de fácil digestión.
• Aumenta la orina y contribuye a la purificación de la sangre.

Propiedades de los espárragos

Los espárragos están constituidos principalmente por agua, poseen muy pocas azucares y grasas, a su vez es una de las hortalizas con más proteínas y contienen un alto porcentaje de fibras.

Los espárragos se destacan por poseer folatos, provitamina A, vitamina C y vitamina E. también poseen otras vitaminas pertenecientes al grupo de las B. En cuanto a los minerales se refiere, presenta grandes cantidades de potasio, hierro y fósforo.

Los espárragos cumplen una muy buena función diurética. Esto lo convierten en un alimento fundamental para obesos o para quienes sufren problemas de retensión de líquidos. Posee un bajo valor calórico, apenas 23 calorías cada 100 gr., esto es debido a su gran porcentaje de agua.

Si estas embarazada, te recomendamos consumir bastante esparragos, ya que este vegetal tiene óptimos contenidos de folatos. Los folatos son una vitamina que ayuda al correcto desarrollo del tubo neural del feto. Es rico en fibras, y tiene propiedades laxantes. El espárrago está considerado un potente depurativo anticancerígeno.

Favorece el tránsito intestinal

Los espárragos son ricos en fibra, en concreto en celulosa (fibra insoluble), por lo que presentan propiedades laxantes. El consumo de alimentos ricos en fibra contribuye a prevenir o mejorar el estreñimiento y otras afecciones relacionadas con el tracto gastrointestinal, tales como la enfermedad diverticular de colon, la hernia de hiato, las hemorroides y venas varicosas e incluso el cáncer de intestino grueso. Asimismo, la fibra contribuye a reducir la colesterolemia y la velocidad con la que pasan los azúcares hacia la sangre, lo que beneficia en caso de riesgo cardiovascular y diabetes.