Aquí te nombraremos algunos de ellos:

Tu rutina es muy habitual:
Si conservas la misma rutina de ejercicios por meses o años, lo más probable es que no veas diferencia en tu peso o condición física.

Adicción a los edulcolorantes
No te dejes llevar por los productos que se venden como dietéticos sólo porque contienen edulcolorantes (aditivo para los alimentos que duplica el efecto del azúcar sin las calorías).

No consumes alcohol
Las probabilidades de obesidad son un 17 por ciento menos en personas que consumen una o dos bebidas alcohólicas diarias que los que no consumen.

Tu manejo del estrés
Para muchas personas es un verdadero reto mantener su peso cuando sufren de estrés.

La bicicleta está cubierta de moho
Manejas a todas partes, no importa que se trate de unas cuadras.

La vida en pareja
La vida en pareja es otra de las causas que dificulta perder peso.

Tienes amigos obesos
La obesidad puede ser contagiosa.

Usas ropa holgada
Vestir con ropa holgada te permite ganar unas libritas sin prácticamente darte cuenta.

Sólo comes ensalada
Piensas que no es justo, sólo comes ensalada y no bajas una onza. Pero si cubres tu lechuga y tomates con aderezos altos en grasa no verás diferencia en la báscula.